Soñé con mis ojos en la sala de la muerte
Oh eran como dos perlas
que iluminaban la oscuridad del tiempo
que enredaban con engaños
La verdad a medias es que los vi brillar
y la otra mitad... lloraba
cada vez que sonaba una canción dentro de mí
—a pesar de que cada viajero está afligido por canciones—
los enjugaba como dos gaviotas
que vuelan entre las estrellas sobre una orilla verde
la ola va hacia ellas detrás de mi corazón
y brota con dulce espuma
balbuceo un poco
las llamo
ellas me miran
sé que he empezado mucho
que estoy como es habitual en mí
que si no hubiera empezado
habría terminado
(2)
Aprendí a odiar la muerte en la sala de la muerte
hasta que me atreví a fruncir el ceño frente a ella
era una cabrona fuerte
que se divertía por encima de mí y por debajo de mí
pisando fuerte en todas las direcciones
y serpenteando a mi alrededor
yo consideraba las razones de mi debilidad
y tus ojos hicieron lo que hacían los ángeles
consoladores
cuidándome como una madre cuida de sus hijos
y preocupados por la ausencia de conciencia
y sueños en un limbo
sin distinguir entre sacrificios y formas humanas
caigo... caigo en un idioma difícil
cuando mi alma toca la muerte mi alma...
difícil de entender, el lugar estaba tomado
así que la sala de la muerte ya no es suprema
ni está mi cuerpo en un sueño durmiendo
y si estás en un momento en que me desboco
estoy encantado
(3)
Soñé con mis ojos en la sala de la muerte
una tormenta enorme me desarraiga
un individuo con recuerdos hermosos
llevo los ojos en la espalda
los construyo imagen a imagen
igual que una estrofa me conmocionó en los detalles
y formé mis sueños
dije a toda pasión
Oh pasión
he conquistado la muerte en la sala de la muerte
cuando soñé con tus dos ojos
luego los escribí
y buceé dentro