Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 7 millones de personas que se toman la injusticia como algo personal. Trabajamos por un mundo en el que todas las personas puedan disfrutar de sus derechos humanos. Nuestra visión es la de un mundo en el que todas las personas disfrutan de todos los derechos humanos proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en otras normas internacionales. Somos independientes de todo gobierno, ideología política, interés económico y credo religioso. Nuestro trabajo se financia principalmente con las contribuciones de nuestra membresía y con donativos.
En Siria, decenas de miles de personas han desaparecido sin dejar rastro tras ser detenidas por el gobierno sirio desde 2011. Son las víctimas de desaparición forzada, una situación en la que el Estado, o personas o grupos que actúan con su autorización, respaldo o consentimiento, arrestan o detienen a una persona y después niegan que está bajo custodia u ocultan su paradero, lo que tiene el efecto de privar a la persona en cuestión de la protección de la ley. Aunque la magnitud que adquieren los patrones de abuso no es comparable con la del gobierno sirio, los grupos armados de oposición también son responsables de prácticas similares en las zonas que controlan: someten a quienes secuestran a tortura y otras formas de malos tratos, y ocultan su suerte o paradero.
Las personas desaparecidas quedan aisladas del mundo exterior, hacinadas en celdas secretas donde la tortura es sistemática, las enfermedades proliferan y la muerte es habitual. Sus familias viven desesperadas, con muy pocas formas, si es que hay alguna, de tratar de encontrar a sus seres queridos sin correr riesgos.
Amnistía Internacional ha venido documentando la detención, tortura y desaparición forzada de personas en Siria, e informando públicamente sobre ello, desde hace decenios, y de forma creciente a partir de 2011. Hemos publicado varios informes que documentan las condiciones terribles e inhumanas de las prisiones sirias, que incluyen torturas, muertes bajo custodia y desapariciones forzadas. Estas prácticas del gobierno sirio violan el derecho internacional humanitario y equivalen a crímenes de guerra y a crímenes de lesa humanidad. También hemos documentado violaciones del derecho internacional humanitario, crímenes de guerra incluidos, cometidas por grupos armados: por ejemplo, torturas, malos tratos, ejecuciones sumarias, secuestros y toma de rehenes.
Nuestra investigación va acompañada de peticiones de acción. Decenas de miles de personas de todo el mundo se han unido a nuestras campañas para presionar a Rusia, Estados Unidos y otros Estados a fin de que usen su influencia con el gobierno sirio y los grupos armados para que acaben con la tortura, revelen la suerte y el paradero de decenas de miles de personas víctimas de desaparición forzada o secuestradas, y den acceso a los centros de detención a observadores independientes. También hemos pedido a la comunidad internacional que imponga un embargo de armas a Siria y que deje de apoyar a grupos de oposición responsables de crímenes de derecho internacional.